Tratamiento ecológico de la vid

por | 25 enero, 2018

Tratamiento ecológico de la vid

En los últimos tiempos recibimos por parte de nuestros lectores múltiples consultas sobre diferentes tratamientos ecológicos para la vid. Por medio de este artículo vamos a intentar ofrecer una breve guía sobre los conceptos fundamentales y los diferentes procesos que podemos aplicar a la vid.

 

Conceptos fundamentales en los tratamientos ecológicos

Podríamos describir de forma sencilla la producción ecológica como las diferentes técnicas de tratamiento del suelo, los cultivos y el medioambiente en general, sin el uso de productos químicos de síntesis.

Para tal fin debemos de tener en cuenta una serie de factores que influirán en el éxito de nuestros cultivos de vid ecológica:

– En primer lugar, es importante elegir la variedad de vid que mejor se adapte a las condiciones existentes, tanto climáticas como del suelo. Sin duda la mejor opción es elegir las variedades locales.

– Es muy importante potenciar de forma natural la fertilidad del suelo, mediante técnicas que ayuden a desarrollar los procesos naturales, potenciando la biodiversidad del sistema. Para esto tendremos que utilizar métodos de fertilización orgánica.

– Debido a la prohibición del uso de plaguicidas, tendremos que anticiparnos a las plagas más comunes, ayudando a crear el ambiente ideal para el desarrollo de los organismos naturales e insectos que controlen las diferentes plagas o enfermedades propias de la vid.

– No debemos olvidar, la parte más compleja, que es procurar a la planta todos los elementos que necesita para que nos ofrezca una uva de calidad, con un rendimiento mínimo por parte de la vid.

Cuando se considera un viñedo como ecológico

Para considerar que un viñedo es ecológico es necesario que durante tres años se haya tratado según las normas que regulan este tipo de cultivos, siendo necesario que estos procesos hayan sido controlados y certificados por el organismo correspondiente.

Cuando hablamos de un viñedo de nueva plantación es importante darlo de alta como producción ecológica, de esta manera podremos calificar como ecológica desde la primera cosecha.

Si disponemos de un viñedo sometido a un tratamiento tradicional y decidimos cambiarlo a ecológico, durante el primer año nuestra cosecha será definida como convencional. Pudiendo al segundo año denominarla “en conversión”. La cosecha del tercer año, ya será considerada como ecológica.

Cuando un agricultor decide convertir su cosecha tradicional a ecológica, debe de prestar durante estos primeros años una especial atención a la fertilización natural de la vid, ya que esta se tiene que adaptar a los cambios de los tratamientos, pudiendo sufrir una deficiencia de los nutrientes necesarios.

 

El terreno ideal

Un viñedo ecológico necesita de mejores condiciones tanto del terreno como del medio ambiente donde se va a desarrollar, que un viñedo convencional.

El terreno ideal es aquel que siendo soleado, ofrece sombras por las tardes. Estas condiciones permiten  disminuir la humedad, evitando la aparición de hongos. Una buena circulación del aire influirá en el descenso de esta humedad, pero se deben evitar terrenos demasiado expuestos a fuertes vientos, ya que estos pueden dañar los sarmientos.

Para evitar el viento fuerte o racheado es conveniente proteger al viñedo mediante la plantación de árboles que actúen como cortinas cortavientos. Debemos de evitar que la disposición de estos árboles haga sombra sobre el viñedo durante las mañanas.

Si bien la vid no exige un suelo muy especifico, adaptándose con facilidad, este debe de tener un buen drenaje. Una vez cumpla este requisito podemos destacar como lo más favorable los suelos limosos.

Técnicas para favorecer la biodiversidad del suelo

La base principal para la agricultura ecológica es favorecer la biodiversidad en el suelo. Su fin principal es ofrecer a la vid una mejor disponibilidad de los nutrientes y el agua, a la vez que previenen las plagas más comunes. Esto se puede conseguir aplicando diferentes técnicas:

 

Cubiertas Vegetales

Esta técnica consiste en dejar crecer la vegetación en las calles entre las vides o bien sembrar en las mismas diferentes especies. Estas cubiertas vegetales ayudan al desarrollo de diferentes insectos u organismos que combaten las plagas naturales de la vid.

Las cubiertas pueden ser permanentes, o pueden ser eliminadas durante la primavera, momento en que pueden competir con las vides por el agua. Si decidimos eliminar la cubierta, esta puede ser enterrada en el terreno para aportar al suelo más cantidad de nutrientes.

Es importante que las plantas que forman las cubiertas no compitan con la vid por el agua y los nutrientes, que no rebroten fácilmente y que compitan con las malas hierbas o malezas. Las más indicadas serian las leguminosas (que nos ayudaran a fijar el nitrógeno), las crucíferas (ayudan a los nutrientes a profundizar en el terreno) y las llamadas compuestas que favorecen la atracción de fauna eficaz contra las plagas.

 

Setos en las lindes

Una práctica muy recomendada es la plantación de arbustos, plantas herbáceas o árboles en las lindes de las parcelas. Esto nos ofrecerá la aparición de una biodiversidad natural que nos ayudará en el control de plagas.

Se recomiendan especies que florezcan en primavera, ya que el polen de sus flores atraerá especies beneficiosas.

Algunas especies recomendadas podrían ser la zarzamora, las ortigas, endrinos, higueras, majuelo, jara o rosas silvestres, por poner solo algunos ejemplos. Como es normal, buscaremos las especies locales, para un mejor asentamiento en el terreno de las mismas.

Si conseguimos atraer a estos insectos beneficiosos (por ejemplo mariquitas, chinches de las flores, sirfidos o crisopas) es aconsejable introducir corredores verdes que se adentren en los cultivos, para ayudarles en la búsqueda de sus presas en las vides.

 

Insectos beneficiosos para cultivos de vid

Insectos beneficiosos para cultivos de vid

Reducir el laboreo

Las prácticas continuadas de laboreo perjudican al suelo, ya que ayudan a su erosión. Es conveniente reducirlas al mínimo.

Fertilización del suelo

En cualquier cultivo ecológico la principal prioridad es potenciar la fertilidad del suelo. La falta de materia orgánica en el mismo repercutirá es su degradación a la vez que favorece la erosión. Esto provocara la eliminación tanto de la microfauna como  de los microorganismos que lo habitan. Si bien la vid no requiere de excesiva nutrición, si no aportamos la materia orgánica necesaria la propia producción irá disminuyendo la fertilidad del suelo.

A la hora de fertilizar mediante la utilización de restos vegetales o estiércol, es conveniente mantenerlos durante unos días sometidos a temperaturas altas. De esta forma conseguiremos que las semillas indeseadas se inactiven a la vez que se elimina la posibilidad de que este abono traslade enfermedades a la vid.

La aplicación de excretas no fermentadas o purines afectará drásticamente a las micorrizas del suelo. Estas micorrizas son fundamentales para la nutrición y el control de los parásitos en las vides.

El estiércol más indicado es el procedente de animales rumiantes, ya que consigue acumular en el suelo sustancias húmicas que se degradan muy lentamente, favoreciendo la regulación de la temperatura, la absorción de nutrientes por la vid y una mejora en el pH del suelo.

Se recomienda aplicar materia orgánica cada dos o tres años, podemos hacerlo coincidir con la preparación de la cubierta vegetal en otoño o aplicarlo al final de invierno.

 

Restos de poda

La práctica de enterrar en el terreno los restos de poda nos ayuda a devolver al suelo una gran cantidad de nutrientes. Pero esta práctica puede resultar peligrosa si la vid ha sufrido enfermedades de la madera, ya que se traspasaran a los cultivos.

Para evitarlo, podemos compostar estos restos, para su posterior utilización como fertilizante orgánico. Si no queda más remedio que quemar la madera proveniente de los restos de poda, podemos utilizar estas cenizas para abonar la vid.

Control de malas hierbas

En primer lugar. No existen herbicidas ecológicos.

Ante la aparición de malas hierbas, no nos queda más remedio que hacer un escardado, ya sea de forma manual o mecánica. Este laboreo lo haremos a partir de los meses de febrero o marzo. Bajo ningún concepto es recomendable efectuarlo en invierno, ya que lo único que conseguiremos es la erosión del suelo.

Ante esta adversidad, volvemos a incidir en la creación de una cubierta vegetal como un buen método para controlar la aparición de las malas hierbas.

 

Cubierta vegetal en cultivo de vid

 

Control de enfermedades y plagas

Debido a las diferentes enfermedades o plagas a las que se enfrentan los viñedos, es necesaria la utilización de tratamientos de control. Dentro de estos tratamientos, si existen productos permitidos en agricultura ecológica.

 

Mildiu

El mildiu es una especie de hongo que afecta a las partes verdes de la vid.

Para su prevención podemos utilizar tanto extractos de compos, como biofertilizantes específicos contra el mildiu

Para combatir su presencia está autorizado el uso de productos a base de cobre (con la limitación de un máximo de seis kilogramos por cada hectárea).

 

Oídio

Para su prevención y control está permitido el uso de productos a base de azufre. La utilización de azufre también ayuda a combatir algunos ácaros muy comunes en la vid.

El uso de estos productos tiene una serie de precauciones que debemos de tener en cuenta, ya que a temperaturas altas puede provocar quemaduras en las vides. Por otro lado, es conveniente conocer que si las uvas van a ser destinadas a la producción vinícola, el azufre puede eliminar las bacterias y levaduras naturales que existen en las uvas, produciendo un descenso de la calidad.

 

Botritis

No existe ningún tratamiento ecológico para la Botritis. La prevención más eficaz consiste en el control de la polilla del racimo y el oídio que favorecen la aparición de Botritis. También un buen aclareo de la vid ayudará en contra de su aparición.

Existen productos que están ofreciendo una buena prevención como los biofertilizantes que favorecen el desarrollo de Trichodermas. Estos productos ofrecen una fuerte resistencia a los hongos entre ellos el Botritis.

 

Ácaros

Los más comunes en la vid suelen ser las arañas amarillas y rojas. Sin embargo su control resulta sencillo con aplicaciones de azufre o simplemente siguiendo las indicaciones de puntos anteriores para conseguir atraer sus predadores naturales.

 

Polilla del racimo

Una plaga muy común en algunas zonas de viñedos de nuestro país. Quizás el método más efectivo y ecológico son los atrayentes sexuales o de confusión sexual. Si bien estas técnicas no son demasiado eficaces en pequeños viñedos.

Existen productos en el mercado basados en la bacteria Bacillus thuringiensis que resultan efectivos contra estas plagas.

 

 

Esperamos que este artículo te haya resultado de utilidad para llevar a cabo tu tratamiento ecológico de la vid. Sin embargo te recomendamos ante cualquier duda que te pongas en contacto con el organismo regulador competente, ya que la legislación puede ser diferente en algunas comunidades autónomas.

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